Que tu fueras yo, y que yo fuera tu ... y que en la confusión de no saber quien somos, estuvieramos juntos.
Que no supiera tu nombre y que no supiera como llamarte, por que así, sin poder gritar para que voltees a verme, así no podría amarte.
Que no supieras quien soy, ni como reconocerme, así cuando nos vieramos, un lunes por la calle, pudiera presentarme .... y de la nada empezar a quererte.
Que fueramos de nosotros mismos, nad mas que una anécdota, de esas que transforman al presente, en condicionales de futuro.
Que yo fuera tu y que tu no fueras nadie, mas que la mujer que en su olvido sostiene, un instante de mi memoria.
H. Luya ...